No creo en el miedo como forma de educar

La comparación de cómo educaron nuestros papás (y abuelos) y cómo educamos nosotros, siempre está. Ellos eran más «duros» e imponían respeto y nosotros, los treinteañeros, supuestamente ya no somos «tan así» y por lo tanto no nos hacemos respetar de la misma manera. Ese es un tema del que casi siempre se habla con alguien de otra generación, no? “En mi época, jamás me hubieran contestado así” o “Con una mirada lo mandaba a su cuarto”. Creo que sí, los papás de ahora -en general- no somos tan “duros” como antes, pero no creo que necesariamente no nos hagamos respetar. No tiene que ir ligado. Y por otro lado, prefiero eso a hacerme respetar basándome en el miedo. Que es lo que creo que se hacía en esas épocas, generar un poco o mucho temor. Porque sí, estoy en contra de criar bajo esos términos.
Les explico por qué creo que educar bajo el miedo (físico o emocional) no es una buena alternativa para mi. Ojo, es mi opinión, ya me contarán si están de acuerdo o no.
- Cuando hay miedo, el niño puede actuar como se espera, es decir, puede obedecer, pero porque siente temor a las consecuencias o mejor dicho a la persona que lo hace sentirse así. No “obedece” porque necesariamente entiende o cree que está haciendo lo supuestamente correcto. Obedece porque siente miedo. Por lo tanto, no creo que realmente se aprenda lo que se tiene que aprender.
- Cuando uno siente miedo se cierra más. Es obvio. Si hasta ahora de adultos, cuando sentimos miedo de algo o de alguien nos paralizamos o nos alejamos. Pienso que es igual en los niños. Si existe el miedo con algún papá o profesor, no va a haber confianza ni seguridad con esa persona. Por lo tanto, el niño se va a cerrar, de cierta manera se va a paralizar. Va a empezar a no expresarse y guardarse las cosas para él. La comunicación disminuirá y a largo plazo esto puede volverse más grave.
- Puede preferir estar en otro sitio y / o con otras personas. Si no te sientes cómodo en un lugar en donde deberías supuestamente estar muy cómodo, siempre vas a querer estar en otro lugar o en otro ambiente, con otra gente, no? En un niño pasa igual. Y no hay cosa mejor para los niños que sentirse felices en su propio espacio, en su casa, en su cole, con su familia. La idea es unirse y no alejarse. Pienso yo.
- Gritar o peor aún pegar, estoy convencida que baja el autoestima. Hace que uno sienta que no es lo suficientemente bueno. No sólo “da miedo”, si no que si es algo constante en la vida de un niño, el autoestima bajará y luego recuperarla (si lo hace) tomará mucho tiempo.
- Y esta última razón aplica más para la adolescencia creo yo. Las cosas que supuestamente no debe hacer, las hará pero a escondidas. El gritarle o pegarle no hará que deje de hacer algo que realmente quiere hacer. Sólo será más cuidadoso para que no te enteres.
Para nada juzgo a las otras generaciones, era otra época. Y sí, los niños criados con miedo, igual están bien (aunque quizás tienen rollos internos que no conocemos, no?). Pero pienso que sin miedo podrían estar mejor o por lo menos pasarla mejor en el proceso de formación. Yo prefiero que los niños entiendan las cosas y las hagan porque las comprenden. No porque tienen miedo de qué su papá o mamá se moleste si no las hace. De repente, que entiendan puede tomar más tiempo, puede hacernos pasar momentos incómodos, pero personalmente, lo prefiero así. Y ojo, no digo que no esté bien el respeto. Sí pienso que los niños deben de respetar a sus papás así como respetar a TODAS las personas pero no creo que el miedo sea la técnica para llegar al respeto.
Tampoco estoy en contra de que un acto no positivo por parte del niño, por decirlo de alguna manera, tenga consecuencias. La debe tener pero sin ningún tipo de violencia ni humillación. Yo he utilizado el momento de reflexión con Emma (pueden leer aquí), cuando se ha pasado. Incluso me lo han criticado pero creo que de alguna manera los niños deben entender que hay consecuencias. Pero pienso que deben entender siempre sin miedo y sin humillación y sin afectar su seguridad.
Tampoco digo que si se grita se está haciendo algo mal. Yo también me desespero y la he gritado (incluso cuando de verdad no era para tanto) y siento que es parte de ser mamá. Pero una cosa es que se te salga o lo hagas de vez en cuando, pero otra cosa es que el grito (o pegar o hacer sentir miedo) sea la forma de crianza. ¿Me explico? Pienso que hay una diferencia. Y grande.
Toco con pinzas este tema porque al final cada uno educa a su hijo como cree que es mejor. Mi idea no es juzgar pero sí dejar claro ciertos aspectos por los que consideró “el miedo” (sobre todo de manera física) como una manera no positiva para los niños.
¿Ustedes qué piensan? Seguro las abuelitas que me siguen no me van a querer jajajaj.
PD: Dejo constancia que a mi nunca me han pegado. Nadie. Bueno, una niña en un santo y una vez una vieja loca me jaló el pelo en el cine. Pero nada más.
PD: Obviamente no es lo mismo gritar que pegar y tampoco es lo mismo dar un peñizcón a dar correazos, pero para no entrar en tanto detalle y hacerlo tan largo, lo toco de manera general. Porque dar de correazos a un niño o pegar con fuerza ES un abuso para mi.