Hace tiempo pensaba…

Hace tiempo pensaba…
Pensaba que me iba a casar en un matri precioso. Obviamente me casaría antes de tener hijos y antes de los 30 (si no, a vestir santos como decía Shakira). Tendría una pedida romántica y hasta lloraría. También pensaba que mi luna de miel sería paradisíaca. En una isla. En donde tomaríamos muchos Bloody Marys y Piñas Coladas. Y también pensaba que tendríamos un año sabático de a dos. Pensaba que luego, tendríamos a nuestros 3 hijos y que los 3 serían –poco más- y unos santos. Se llevarían dos añitos cada uno. Serían dos mujeres y un hombre. No se levantarían de noche, se llevarían regio y nunca me harían pataletas.
Pensaba también, que mis partos iban a ser como de película, y que a los dos días ya nada me dolería. A mi barriga no le sobraría ningún pellejo después de unos meses de haber dado a luz. Y la lactancia sería súper sencilla. (Nunca imaginé que me dolería y mucho menos que me podría dar mastitis, ni si quiera sabía que eso existía). Pensaba que mis hijos comerían regio, que se dejarían poner ropa linda y que amarían todos los peinados que yo les quisiera hacer. Pensaba que después de que nacieran, podría dormir tranquila, que no compartiría mi cama con ellos y pensaba que nunca los podría chantajear para hacer las cosas porque ellos solitos las harían?.
Pensaba, ilusa, que aunque teniendo hijos, mi vida social no cambiaría y que mi vida de pareja, al “ratito” volvería a ser la misma.
Pero no. Muchas cosas que pensaba no se dieron. No se dan. Todavía no me caso. Sigo soñando con irme a una isla. Ya no me gustan las piñas coladas. Mi año sabático ya fue. Y mis hijos chillan, se levantan de noche y se demoran la vida en comer. Mi vida social no es muy activa y lo del tercer hijo…mejor no opino.
Esto es sólo un ejemplo de que las cosas muchas veces no salen como uno las planea. Es un ejemplo de que no todos tenemos que seguir los mismos pasos para ser felices. Es un ejemplo, de que la vida familiar ni la vida con hijos es como en las películas…
A veces no hay matri, a veces hay separaciones, y otras veces reconciliaciones. Y está bien. Cada familia se construye de diferente manera. Y cada vida se da de diferente manera.
No todos tienen que casarse (y menos hasta cierta edad), no todos tienen que tener X número de hijos (y no todos tienen que tener hijos), y no todos tienen que hacerlo en un plazo y orden determinado.
Mis hijos no son perfectos, yo no soy perfecta, y no he tenido un matri perfecto. No he cumplido plazos y el orden muchas veces establecido, y aún así, estoy feliz.
Si las cosas no salen como las pensabas de chibola, no pasa nada. Pueden salir mejor. O no. Pero para adelante. Vive la vida y no dejes que la vida te viva ?
¿Ustedes se imaginabas las cosas distintas cuando eran chibolas?
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